El Componente de Salud y Nutrición es determinante en el proceso de atención en los primeros años de vida, se deriva de un marco amplio de la Política de Seguridad Alimentaria y Nutricional, a través de la cual se busca promover el derecho a la vida y el bienestar físico de los niños y niñas, garantizar el más alto nivel de salud y nutrición de la primera infancia. En los servicios de la Fundación Gota de Leche se generan acciones de salud y nutrición que promuevan el desarrollo integral de niñas y niños en primera infancia lo que incluye las condiciones particulares del momento de la gestación.
Es así que se busca que el entorno del hogar se convierta en un escenario en el que se propician hábitos de vida saludables durante el curso de la vida, se garantice el consumo de los alimentos requeridos de acuerdo con los grupos de edad, y se realicen las gestiones para el acceso de niñas, niños y mujeres gestantes a los servicios de salud. En virtud de lo anterior, el componente centra su acción en cinco líneas que son:
– Gestión para la atención en salud: El cuál tiene que ver con la verificación periódica que se les realiza a los niños y niñas de las garantías de sus derechos en salud por parte de sus familias, tales como, afiliación vigente a salud, esquema de vacación completo y asistencias a los programas de crecimiento y desarrollo con la periodicidad requerida.
– Promoción de hábitos y prácticas de vida saludable: Mediante las diferentes actividades educativas y formativas en las aulas con los niños y niñas, con los padres de familia en las escuelas de crianza y con las capacitaciones continúas al talento humano.
– Prevención de las enfermedades prevalentes en la infancia: a través de actividades de promoción en la autoprotección desde los hogares y en la identificación temprana de los casos para evitar posibles brotes en otros niños.
– Acceso y consumo diario de alimentos en cantidad, calidad e inocuidad: Mediante la garantía de una alimentación balanceada, ajustada a la minuta patrón que el ICBF exige, con un ciclo de menús de 21 días, que les aporta el 70% de los nutrientes que los niños y niñas necesitan en el día.
– Evaluación y seguimiento del estado nutricional: Trimestralmente se realiza la toma de peso y talla de cada niño o niña, lo que permite identificar casos de malnutrición y realizar el respectivo seguimiento de atención ante la EPS por parte de las familias.